“Todos pensamos en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”- León Tolstoi
Muchos de nosotros a lo largo de nuestra vida, atravesamos por diferentes etapas y creo que una de las más comunes es la Nada…
Sí, la nada, que es cuando sientes que nada te motiva, nada está realmente claro, no sé qué me gusta, no sé qué hacer, me siento estancada o que no avanzo.
Generalmente a esta situación le atribuimos un responsable externo, es decir, siempre repetimos: es que no tengo tiempo, mi trabajo es complicado, es que le caigo mal a mi jefe… Y si son situaciones amorosas: es que mi novio me dejó, la relación está mal, por no hacer esta lista muy larga.
Y lo que no nos damos cuenta es que responsabilizamos a otros porque nuestra vida está exigiendo nuestro protagonismo y estamos muertos de miedo por tomar las riendas. Así que preferimos la nada, el estancamiento, el papel de víctima, y así simplemente evadimos la responsabilidad de resolver lo que nosotros mismos tenemos que resolver.
Y es que aún no hemos entendido que, no se trata del otro, se trata simplemente de ti, de aprender a entender el momento y poder tomar decisiones que favorezcan tu realidad, que te llenen de paz, motivación, felicidad.
Algo que creo que les repito mucho, es que nosotros somos los responsables de nuestra propia vida, no hay padres, parejas, hermanos o trabajo que pueda definirla, sólo somos nosotros que le damos forma con nuestras decisiones y nuestras acciones.
¿O es que acaso crees que la felicidad sólo está en una pareja, en un trabajo, en lo material? Estoy segura que la complementa, pero no lo es todo.
El problema es que nos dejamos invadir por las creencias que nos limitan y nos llenan de miles de pensamientos tóxicos haciéndonos dependientes de nuestro entorno logrando que de esa manera abandonemos todo lo que tenemos por dentro.
En mi experiencia, cuando entendí esto creo que lo entendí todo, y así fue que logré darle un lindo rumbo a mi vida, que dependía de una meta o de un sueño, no de una pareja y menos un trabajo.
¿Cómo puedo empezar a abandonar la nada y tomar el control?
Cuando volteo la mirada hacia mí misma/o, cuando empiezo a preguntarme qué quiero en mi vida, qué puedo mejorar, qué me hace feliz, y sobre todo comprometerme a lograrlo.
Para lograr esto, ten presente lo siguiente:
Necesitas crear un enfoque claro y atractivo sobre aquello que quieres conseguir. Teniendo en cuenta que sea una meta lograble y simple: Inscripción en un gimnasio, Salir a caminar todos los días, Hacer curso de cocina saludable. De seguro existirán otros más audaces y la situación les hará crear su propio emprendimiento o negocio, lo importante es entender que necesitas tiempo extra para ti y que debes comprometerte con ese mensaje que llevas dentro, explorar todos tus talentos y permitirles que salgan a la luz.
Ten presente que los resultados de este esfuerzo pueden ser lo mejor que haya sucedido en tu vida, ya que es algo que escondimos muy a fondo.
Eres plenamente responsable de tu felicidad y realización. A nadie le corresponde la tarea de complementar o brindarte felicidad. Como decía John Lennon: “No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas con la responsabilidad de completar lo que nos falta”. Si nos hacemos conscientes de esta gran idea, nuestra vida girará 180 grados.
Trabaja cada día en mejorar y cambiar tus hábitos. Los hábitos son actitudes clave para el desarrollo de nuestra mejor versión. Son las semillas que propician el mejor de los frutos. Debemos elegirlos cuidadosamente y ser conscientes de aquello que nos otorgan. Nuestro crecimiento y desarrollo está ligado a la calidad de nuestros hábitos.
Confía en ti. Creer en ti mismo es la base del éxito. Si no crees que tus capacidades tienen algo genuino e innovador que aportar; ¿Cómo vas a ser capaz de manifestar tus objetivos? Todo empieza por uno mismo y por la convicción inquebrantable de poseer las herramientas necesarias para llegar al final del camino. La mente puede ser una poderosa herramienta positiva al servicio nuestro, o por el contrario, un paradigma limitante que nos inmovilice completamente.
Capaz y no entiendas por qué si ahora pienso que no tengo rumbo… ¿Cómo voy a lograr esto?
Este análisis y nuevo enfoque te ayudará a conocer quién eres realmente y cuales son las situaciones que en tu presente te motivan.
Es importante que entiendas que el proceso siempre empieza desde adentro hacia afuera, los grandes cambios y progresos positivos en la humanidad comienzan desde el autoconocimiento y la consciencia de aquello que somos y queremos ser. Todo parte desde uno mismo.
Y es así como se puede dar un fin a la nada que tenga que ver contigo y con tus sueños ya que te saca del montón de pensamientos tóxicos y te regalará día diferentes y llenos de muchas situaciones buenas simplemente porque te estas complaciendo a ti misa/o.
An Medina