Hace par de semanas les hablé de dependencia emocional y te ayudaba a identificar si en estos momentos estaba presente en tu vida, y con este post sólo quiero ayudarte a cómo salir de tal condición.
La dependencia emocional es un problema cada vez más común pero muy pocas personas son conscientes de ello. A menudo sale a flote cuando la persona sobre la cual recae el peso de la relación se queja, pide más espacio o se niega a seguir siendo el punto de apoyo incondicional del dependiente.
La dependencia emocional se convierte en un problema cuando la persona pretende llenar el vacío de su vida con su pareja, cuando deja de tener objetivos y se concentra única y exclusivamente en la relación. En ese momento se crea una relación enfermiza, tanto para quien recibe las atenciones como para quien las da.
Cuando en una relación de pareja se instaura la dependencia emocional es porque, de cierta forma, ambos miembros están proyectando sobre el otro sus propios miedos. La persona dependiente se siente incapaz de tomar decisiones y de encontrarle un sentido a su vida más allá de la relación, mientras que la otra parte puede tener miedo a ser abandonada.
De hecho, a largo plazo la dependencia emocional es como una adicción. La vida de la persona dependiente se restringe a su relación de pareja y sus sentimientos oscilan en dependencia de los cambios de humor del otro. Poco a poco, la persona dependiente va perdiendo su personalidad, a medida que cede ante los deseos del otro y se desvive por complacerle, anteponiendo en todo momento las necesidades de su pareja a las suyas.
Lo curioso es que, al igual que sucede con los adictos, la persona dependiente nunca llega a ser feliz. Al contrario, vive continuamente en vilo, preocupada porque la relación pueda terminar y despreciándose a sí misma por esa conducta sumisa. Como resultado, la ansiedad, la depresión y la angustia no tardan en sentar casa.
Lo peor de todo es que la persona dependiente se va alejando cada vez más de sus familiares y amigos, a los que considera “peligrosos” pues le hacen notar su problema. De esta manera, cuando persona se queda sola, se apoya cada vez más en su pareja, haciendo que la dependencia aumente.
Pero, si sigues leyendo es porque ya te consideras estar en una relación de dependencia, de ser así en estos momentos podrás empezar a confiar que lo vas a superar, principalmente entendiendo lo siguiente:
1. Reconocer la existencia del problema. Muchas veces tendemos a mentirnos a nosotros mismos porque de esta forma todo se nos hace más fácil. Pensamos que si ocultamos el problema, este no existe pero en realidad no desaparece sino que sigue determinando nuestro comportamiento y decisiones. Por eso, el primer paso para superar la dependencia emocional es identificarla. Para ello, plantéate las siguientes preguntas e intenta responderlas con sinceridad:
- ¿Tu felicidad se centra en una sola persona?
- ¿Tu felicidad depende de cómo te traten los demás?
¿Sientes que el mundo se te viene encima si alguien te critica o rechaza?
¿Sueles anteponer las necesidades y deseos de los demás a tus propias necesidades?
¿Te sientes bien contigo mismo incluso solo cuando los demás te demuestran aceptación?
Vale aclarar que es normal que el rechazo nos provoque cierto malestar y que tengamos a personas muy importantes en nuestra vida y que a veces antepongamos sus necesidades a las nuestras pero la persona dependiente muestra estos comportamientos siempre llegando a niveles patológicos.
2. Reconocer los daños provocados por estos comportamientos. En este caso, el objetivo es que la persona se percate de los perjuicios que se ha infringido con este tipo de comportamientos. Para lograrlo, lo mejor es hacer una lista con todas esas cosas que has hecho (supuestamente por amor o cariño) pero que a la larga te han causado problemas.
Probablemente en un primer momento te quedes en blanco sin saber qué escribir, aquí van algunas preguntas que te pueden ayudar a confeccionar esta lista:
- ¿Qué pasión has dejado de lado para satisfacer a los demás?
- ¿Qué sueño u objetivo no pudiste cumplir porque te entregaste a los demás?
- ¿Qué cosas negativas has tenido que sufrir con tal de que la otra persona no te abandonase?
El principal objetivo de este paso es que concientices todo el sufrimiento que has vivido solo porque tienes una dependencia emocional. De esta forma te sentirás más motivado a cambiar y tomar las riendas de tu vida.
3. Reforzar la autoestima. El factor principal que suele estar en la base de la dependencia emocional es una baja autoestima. Normalmente se trata de personas que nunca se han amado suficientemente o de personas que han perdido su autoestima a lo largo del camino.
Por eso, la clave para superar la dependencia emocional está en recuperar la autoestima. En primer lugar, debes convencerte de que tú vales mucho como persona y de que la aceptación social es un aspecto importante pero no es trascendental. Cada persona puede tener sus propios criterios y tú no tienes por qué satisfacerlos todos.
Además, debemos estar conscientes que a estas alturas encontramos conocimiento para superar cualquier barrera o defectos que consideremos que tenemos por lo cual te invito a hacerte consciente de que aquello que te aqueja se puede mejorar y hasta superar.
Finalmente, otro detalle importante es que aprendas a diferenciar entre “necesitar” y “desear”. Normalmente en la mente de la persona que tiene una dependencia emocional estos conceptos se entremezclan como si fuesen uno solo.
Pongamos un ejemplo, cuando tenemos hambre, no necesitamos una media luna, un pastel, una pizza o una hamburguesa porque podemos saciar el hambre con un alimento más sencillo y natural, como una ensalada o un simple omelette. En realidad, deseamos lo prohibido o lo que evidentemente es más nocivo para nosotros porque es adictivo, pero estamos conscientes que no lo necesitamos.
Algo similar ocurre en el amor, este no se basa en la necesidad enfermiza sino en el compromiso consciente. Es decir, aun sabiendo que no necesitas a tu pareja, has decidido compartir la vida con ella.
Recuerda que la persona que amas es una parte importante de tu vida pero no la única. Cuando tienes pasiones y opiniones enriqueces la relación, cuando te anulas la empobreces.
Y más allá de cualquier teoría, normas o reglas, para superar tu dependencia emocional lo que más te ayudará es voltear la mirada hacia ti mismo, hacia tu vida, tus pasiones, tus sueños, tu realización como persona, como profesional, como aquel anhelo escondido dentro de ti.
Cuando volteamos la mirada hacia nosotros mismos no hay nada, ni nadie que nos pueda dañar o detener.
An Medina