“Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite. Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Eres hijo del universo. El hecho de jugar a ser pequeño no le sirve al mundo. No hay nada de iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras. Nacemos para hacer manifiesta la gloria del universo que está dentro de nosotros. No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno. Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo. Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás”- Marianne Wilson
No siempre somos conscientes del miedo, pero este se manifiesta como una constante en nuestras vidas. Estamos programados para recrearnos y reafirmarnos en él a cada paso.
Una de las cosas más importantes que debemos hacer es saber reconocerlo y poder renunciar a él, quitarle el poder al sufrimiento y dejar de creer en aquello que nos hace sentir mal y miserables, ya que somos nosotros mismos quienes internamente hemos caído en la letal trampa del miedo.
Hablar de miedos es hablar de ego. Ya que sugiere nuestro castigo por una culpa imaginaria, sentirnos incapaces, poco merecedores de algo.
El miedo manipula por completo nuestra manera de ver la vida, anula nuestra manera de amar profunda y sinceramente, condiciona nuestras decisiones y actitudes, nuestras relaciones con el entorno, e incluso llega a afectar severamente la relación que tenemos con nosotros mismos.
El miedo distorsiona nuestra manera de ver a los seres que nos rodean y todo lo que nos sucede, ya que el miedo nos aleja de nuestro entendimiento interior, haciendo el entorno hostil, amenazante, inseguro, nos mantiene sin motivación alguna y nos llena de una ansiedad increíble porque no sabemos cómo lidiar con tantos sentimientos que nos albergan.
El miedo. Lo tenemos muy de cerca en nuestras vidas, siempre acechando detrás de las puertas, colándose sigilosamente en nuestro día a día… Sin que nos percatemos de que está ahí. Creo firmemente que el miedo, cuando no sabemos gestionarlo, es nuestro enemigo número uno porque, de todas las emociones saboteadoras que aparecen en nuestras vidas, el miedo es la más potente y la que más estragos causa…y lo peor de todo es que lo hace por la puerta de atrás. El miedo es la fuerza más poderosa a la hora de analizar el por qué no hemos conseguido nuestros objetivos y sueños, ya sea en la esfera de las relaciones, en la profesional, en la familiar.
El miedo nos mete en una capsula de inseguridades y nos lleva a escondernos y refugiarnos en una “Zona Cómoda” donde si algo de casualidad llegase a cambiar ya nos desequilibra y nos hace muy vulnerables.
Alguna vez en nuestras vidas el miedo suele atacarnos, a unos golpea muy fuerte y a otros no tanto, quizás sea muy fácil de entender y muy difícil de realizar, pero lo cierto es que debemos realizar algo, debemos ponernos en acción, no podemos quedarnos ahí escondidos por miedo…
En primer lugar, ACEPTA… Acepta, cualquiera que sea tu miedo, pero aceptarlo no es dejarlo ganar la batalla, simplemente es un pequeño paso para transformarlo y empezar a sentirte mejor, entendiendo que ese miedo no debe ser nunca más quien guíe tus pasos, no debe manejarte, ni manipularte, ni volver a paralizarte.
Una vez nos hacemos consciente de nuestros miedos, se nos hace mejor el camino, será un compañero silencioso, que al saber que está ahí no podrá manejarnos, TÚ SERÁS QUIEN TOME LAS RIENDAS, y así verás que tus acciones están cargadas de valentía, con excelentes resultados y te verás analizando que aquello a que le temías no era tan grande como parecía.
Existen muchos tipos de miedos y el que muchas veces nos ataca muy fuerte es el miedo al fracaso o creernos fracasados, y eso nos paraliza, nos hace escondernos, y evita que trabajemos duro por cualquier objetivo que nos tracemos, nos llena de excusa y nos lleva a vivir posponiendo, y lo que aquí debes entender que ese camino no te llevará a ningún lado. Empieza a mirar el aprendizaje dentro de cada situación y entiende que cada cosa, cada lugar, solo quiere hacerte más fuerte y sin nada de miedos.
Otro miedo muy común es el miedo al éxito. El que nos hace escondernos, excusarnos ya que significa realizar muchos cambios para llevarte a ser todo lo grande que puedes ser tanto a nivel personal como profesional.
Enfrenta tu miedo, deja de esconderte, deja de evitar conectarte con tus sueños, deja de esconderte, tu te mereces todo aquello que quieres, sigue adelante, sigue la lucha, quizás el camino no es tan fácil, pero ¿Quién dice que no puedes recorrerlo con éxito?
Apuesta a ti, a tus sueños y tu futuro y verás que tu vida se transforma y empieza a manifestar los mejores resultados para ti.
An Medina