“No dejes que se marche lo que de verdad te interesa. El mundo está lleno de personas esperando que regresen quienes dejaron ir y de personas que no se atreven a regresar, aun queriéndolo. Valora lo que tienes antes de que el tiempo te enseñe a apreciar lo que perdiste”- Autor Desconocido.
Empiezo este post con esta frase de desconocido autor porque en muchas situaciones de la vida tanto tú como yo hemos pasado por muchas situaciones que simplemente nos han hecho esperar.
Pero, ¿Qué es lo que realmente estamos esperando?
Cuando el “amor de tú vida no te quiere”, cuando la llamada que esperas nunca llega, cuando no consigues el trabajo que deseas, cuando no recibes la invitación que esperabas.
La vida no te está diciendo que no te mereces eso, o que no eres importante para alguien, que eres muy feo, muy flaco, muy gordo, muy tonto, muy grande o pequeño… No, ese no es el mensaje de la situación para ti, eso que piensas es producto de tu inseguridad… Simplemente te mereces algo mejor, y es lo que necesariamente debes empezar a ver.
Cada vez que sientas decepción por no recibir lo que deseas ó esperas, no lo veas como rechazo ó mala suerte. Simplemente piensa que es una tremenda oportunidad a algo mucho mejor de lo que esperabas obtener de la vida.
Lamentablemente preferimos sufrir o lamentarnos y entregamos en las manos de otros el poder de hacernos feliz, y nos quedamos esperando a que regrese, a que cambie, a que me considere a que simplemente el otro haga algo de eso que esperamos, y también en algún momento luego de pensar mucho y torturarnos por mucho tiempo nos damos cuenta de que eso que esperamos y que queremos que sea de una manera no sucede.
Y aquí tenemos 2 opciones, o seguimos en la tortura de pensar por qué no sucede, o aceptamos y seguimos adelante…
No sucede porque la satisfacción interna, la paz, la armonía la felicidad no depende de nadie o de alguna circunstancia, depende de nosotros mismos de lo que decidamos cambiar, hacer o transformar.
Y es que la mayoría del tiempo pensamos que nuestro equilibrio, armonía o plenitud está en un trabajo o en una relación de pareja y jamás nos damos cuenta que está dentro de nosotros mismos y que está en nosotros desarrollar esa fortaleza para seguir adelante pese a cualquier cosa que nos suceda.
Aquí es entonces cuando nos escudamos y decimos:
“Como si fuera tan fácil, claro lo dice porque no pasa por lo que yo paso, tan mal que estoy, lo que me pasó a mi es lo peor” y pare usted de contar…
Nos metemos en un ciclo de dolor y autocompasión y es ahí cuando empezamos a destruirnos poco a poco, nuestra confianza y nuestro interés por la vida. Por lo cual te invito a salir de ahí y dejar de esperar porque el tiempo pasa y no regresa.
Es momento de que la vida deje de ser aquello que esperas y empezar a crear nuevos momentos, nuevas historias.
Sal a caminar, haz ejercicio, proponte metas nuevas, busca un pasatiempo, baila, canta, léete un libro… Prueba esas cosas tan absurdas y sencillas y verás cómo eso que pensaste era tan difícil de superar puedes lograrlo en menos de una semana si te lo propones. La vida está hecha de millones de momentos, vividos de mil maneras distintas ó diferentes. Algunos, buscamos amor, paz, armonía, comprensión, ternura. Otros sobrevivimos día a día, semana a semana, mes a mes, y de año a año. Pero no hay momentos más plenos que aquel en el cual descubrimos con alegría, que la vida, con sus constantes alegrías, y sus penas, debe ser vivida a plenitud día a día.
Acepta lo que te sucede, entiéndelo y supéralo, porque lo “malo” simplemente está encargado de llevarte a aquello que te merece y te hace ver lo que debes cambiar.
Al fin y al cabo la vida se trata de eso de: CAMBIAR, el día en la noche, la luna por el sol, el niño por el adolescente….
Todo es un ciclo, todo viene y va y simplemente cuando lo entendemos dejamos de esperar y comenzamos a caminar.
Gracias por leerme,
An Medina.
