"Todo afecta a todo… En este Universo, cuando una cosa cambia, todo cambia. De aquí el gran poder del ser humano para cambiar el mundo cambiándose a sí mismo"-Nisargadatta
Cambia el patrón de tus pensamientos y cambiarás todo... Y es que pasa, que una de las relaciones más tóxicas que tenemos en la vida es con nuestra mente. No sólo por lo que nos dice, sino por la obediencia y fidelidad que le tenemos. Si la mente fuera una persona de carne y hueso, seguramente caminaríamos lejos de ella. O al menos, no le creeríamos todo lo que nos dice.
Siempre nos está ordenando que hacer y qué no. Lo que está bien y mal. Nos habla sobre lo posible y lo imposible. Nos sube y nos baja en segundos. Más allá de estar equivocada o no, debemos darnos cuenta que escucharla no nos ha llevado a estar en paz. Por lo tanto, tenemos que revisar cómo queremos relacionarnos con ella.
Primero debemos comenzar por ponerla en su lugar. Es decir, quitarla del lugar de poder que le hemos dado y comenzar a escucharla como quien escucharía otra persona. Escucharla hasta vaciarla. Haciendo silencio, escribiendo lo que nos dice o poniendo en palabras lo que escuchamos. Hacerlo consciente. Reconocer que una cosa soy yo, y otra es la mi mente.
Cuando esto ocurra, comenzaremos a escucharnos de verdad. Comenzaremos a escuchar a nuestra conciencia, que siempre habla bajito, no juzga y acepta. No busca dividir con el enojo sino acercar con entendimiento y aceptación. Y puede ver más allá de todo lo que la mente puede ver.
Por eso, cuando llegue el dolor, hagamos silencio... Porque como nos dice Cerati en una de sus canciones: "Del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer".
Si escuchamos atentos sabremos sanarnos nosotros mismos y empezaremos a mirar las situaciones de una manera diferente, porque lo que nosotros tenemos por dentro es reflejo de nuestras situaciones
El mundo exterior sirve como un espejo y nuestro mundo interior tiene una fuerza magnética que atrae a nosotros lo que necesitamos para evolucionar.
Pasamos mucho de nuestras vidas en busca de modelos, mentores, maestros y gurús que nos guíe en nuestro camino. No hay nada malo con esto y, de hecho, encontrar la persona adecuada en el momento adecuado puede realmente ayudar. Sin embargo, es importante darse cuenta de que, en ausencia de una figura, podemos confiar en una forma mucho más segura, nuestra sabiduría interior. Llevamos dentro de nosotros todo lo que necesitamos saber para avanzar en nuestro camino hacia la autorrealización. El mundo exterior sirve como un espejo, nuestro mundo interior tiene una fuerza magnética que atrae a nosotros lo que necesitamos para evolucionar al siguiente nivel, para eso debemos conectar de manera consciente con toda esa sabiduría. Todo lo que necesitamos hacer para ver que ya tenemos todo lo que necesitamos, es dejar de lado nuestras creencias, de que tenemos que buscar para encontrar.
El camino del espíritu se define a menudo como un viaje con una meta, como la fábula de la olla de oro que se encuentra al final del arco iris. En esta metáfora, una persona comienza una búsqueda de algo que quiere pero no tiene y luego lo encuentra, siempre hay un final feliz. Sin embargo, la mayoría de nosotros sabemos que conseguir lo que queremos sólo nos hace felices por un momento, y luego la felicidad pasa hasta que un nuevo objeto del deseo se presenta, porque ponemos expectativas en las cosas externas. La alegría es un aspecto permanente de nuestro ser interno y no está separado de nosotros en ningún momento. No tenemos que viajar para encontrarla o imaginar que reside sólo en el cuerpo de otra persona. De hecho, lo que los mejores maestros hacen, es señalar que este elixir tan preciado es algo que ya poseemos dentro de nosotros mismos.
Así que cuando nos encontramos en nuestro camino, sin saber qué camino tomar y deseamos recibir orientación, podemos dirigirnos a nosotros mismos. No podemos saber la respuesta correcta racional o intelectual, pero si sólo lo pedimos con honestidad desde nuestros corazones, y esperamos con paciencia, una respuesta vendrá. Cuanto más practicamos esto y confiamos en este proceso, menos vamos a buscar fuera de nosotros mismos o bien en diferentes maestros y guías ya que nos habremos convertido exitosamente en lo que realmente somos.
Forjar de manera continúa el camino de conexión con nuestro maestro interior, nos mostrara la gran cantidad de sabiduría que al ponerla en práctica nos facilitara el entender todo aquello que de primera instancia pareciera un caos de confusión. Todas las respuestas a nuestras preguntas, desde lo más trivial hasta lo más profundo, están esperando ser escuchadas.
Tan solo debemos poner atención y permitirnos largos espacios de silencio para poder escuchar aquella voz interior llena de conocimiento, el saber que podemos contar con nosotros mismos para solucionar cualquier situación de manera congruente y equilibrada, es el mayor regalo divino con el que contamos para crecer y evolucionar en nuestros respectivos caminos espirituales.
Quizás en un principio te suene un poco difícil pero si ni lo intentas jamás podrás entender tu aprendizaje y atraer a tu destino. Lo importante es ir entendiendo que cuando tu cambias por dentro el exterior se pone mucho mejor.