Y es que nos pasa que invertimos gran parte de nuestro tiempo intentando agradar a las personas, intentando ser cómo deberías ser, intentando hacer las cosas que deberías hacer, teniendo la imagen que deberías tener.
Pero, ¿Quién determina esto? ¿A quién hay que complacer?
Y no nos damos cuenta que se nos pasa la vida complaciendo al mundo entero menos a nosotros mismos.
Seguro deseas que tus padres estén orgullosos de ti, que tu pareja apruebe lo que haces y que tus hijos te vean como un héroe. Esto está bien siempre y cuando que tu fin único no sea la aprobación de los demás.
Esto puede llevarte a olvidar quién eres, lo que deseas y tus opiniones. Cuando pasas tanto tiempo intentando agradar a los demás, olvidas lo que vales y lo que realmente deseas.
No está mal desear que los demás te admiren siempre que no calles tu propia voz. No debes sacrificar tu esencia para dar gusto a las personas equivocadas. Sé tú mismo y procura agradarte a ti antes que a nadie.
Este tipo de comportamiento es normal, porque muchas veces suele sucedernos que pasamos mucho tiempo con la necesidad de llenar las expectativas de los demás. Confundiéndonos enormemente porque mientras nos manejamos en ese mundo se nos olvida la diferencia entre lo que tú eres y lo que crees que el mundo espera de ti.
¿Te ha pasado alguna vez? ¿Te está pasando ahora mismo? ¿De verdad crees que es más importante ser lo que esperan los demás que ser tú mismo? ¿Qué tan malo es ser tú mismo?
La vida está llena de problemas y contratiempos que nos dificultan llegar a donde deseamos pero nadie puede vivir por nosotros.
Al vivir rodeados de otras personas no es raro que aprendamos sobre sus anhelos, fracasos y sueños más añorados. Muchas veces intentamos satisfacer los deseos que otros no pudieron cumplir y nos perdemos en una espiral de complacencias.
Si tu madre quiso ser doctora y no pudo por sus condiciones particulares, no es tu deber cumplir ese sueño a menos que tú también lo desees.
¿Estás donde deseas? ¿Haces lo que amas? Si la respuesta es no, ¡CAMBIA! Sé tú mismo, no será fácil pero sí gratificante.
¿Quieres efectuar cambiar tú vida? ¿Quieres mejorar tu bienestar? ¿Cómo puedes hacerlo?
Te admito que no es sencillo, se requiere disciplina y dedicación. Un cambio significativo en tu vida raramente se hace de la noche a la mañana. Normalmente los cambios importantes tardan, pero de a poco podemos empezar a ver crecer raíces fructíferas en la vida de una persona.
Quizás podrías comenzar con algo básico: pasar más tiempo contigo mismo. Así podrás conocerte mejor.
Quizás podrías comenzar a eliminar lo que consideres que son malos hábitos en tu vida.
Quizás podrías comenzar a meditar, o a meditar más tiempo o más profundamente.
Quizás podrías comenzar una actividad nueva: un deporte, el dibujo o la pintura, o inscribirte en un club de tu agrado.
¡Pregúntate! ¿Qué cambio quieres efectuar en tu vida? ¿Cómo piensas hacerlo? ¿Cuándo vas a comenzar a hacerlo una realidad? ¿Estás realmente motivado para efectuar el cambio? ¿Ves los beneficios con claridad?
Y es que luego del despertar nos damos cuenta de que la verdadera felicidad se basa en respetar nuestra esencia.
“No puedo concebir una mayor pérdida que la pérdida de respeto hacia uno mismo.” -Mahatma Gandhi.
Para ser feliz en verdad debes ser honesto contigo, vivir tus propios sueños y sentirte orgulloso de lo que te hace único.
Crecemos en un mundo lleno de estereotipos que te dicen que debes ser, lucir y vivir de una determinada forma.
El problema es que los estándares que nos marcan son poco realistas. Cuando aprendes a estar cómodo contigo mismo puedes descubrirte.
Piensa que siempre habrá alguien más bello, inteligente, talentoso, fuerte o rico que tú. También hay personas menos afortunadas. En lugar de compararte con otros, revisa dentro de ti para encontrar tu verdadero potencial.
Es momento de empezar a vivir tu vida según tu pasión
Deja de pensar en lo que deberías ser o hacer. Cada uno vive con su propio equipaje y este nunca es tan ligero como quisiéramos.
Permite que la persona que eres salga, sé tú mismo y no te preocupes si los demás no te aceptan.
Las personas que te aman y que de verdad importan seguirán a tu lado sin importar tus defectos. El resto no te aceptará a pesar de tus intentos.
Por esto es importante que conectes con tu autenticidad y compasión. Tampoco intentes cambiar a los demás solo para sentirte a gusto.
Una vez que te conoces y sabes lo que eres, te gusta y te apasiona, la vida puede volverse completamente gratificante y diferente… Es momento de intentarlo.