“Lo que no me mata, me fortalece”- Friedrich Nietzche
Hace algún tiempo aprendí a entender todo lo que significaba en mi vida esta pequeña frase de Nietzsche, y es que nos pasa que, a veces el dolor se convierte en una carga insoportable, pero tenemos que aprender a ver que mientras estamos en ese proceso de carga, nos vamos fortaleciendo.
Este tipo de situaciones también me hicieron entender una frase de Carl Jung que dice: “no existe una toma de conciencia sin dolor”, y aprendí a interpretarlo como: como el proceso de una pieza de barro que no puede convertirse en porcelana sin pasar por el calor del horno. Sin embargo, a medida que uno se va quemando vivo en ese horno, lo único que te pasa por la mente es que estás en un infierno, muy lejos de pensar que vas a convertirte en una hermosa pieza de porcelana.
Cuando estamos inmersos en un profundo dolor, o cualquier difícil circunstancia, nuestra actitud más común es convencernos a nosotros mismos de que NUNCA MÁS vamos a salir de ahí, si estamos terminando alguna relación aseguramos que jamás volveremos a ser felices o sentir igual, si es un empleo pensamos, que nunca vamos a encontrar otro que nos llene y que nos guste como lo hacía el que acabamos de perder, en fin pensamos que nunca volveremos a ser capaces de hacer o ser lo mismo de antes.
Puedo contarte que en mi caso no fue diferente porque aprender a lidiar con una perdida, un dolor o una decepción es realmente muy difícil, y aprendí que a veces uno tiene que perderse para poder encontrarse y entonces entender el fin de cada una de las situaciones que nos suceden. Esto me ha permitido convertirme en una mejor versión de mí misma y, por en consecuencia, influenciar de manera positiva mi entorno y a ustedes a través de lo que hago.
Estoy consciente que yo no puedo asegurar que jamás me deprimiré de nuevo, o me permitiré sentir un gran dolor, pero lo que sí sé es que ahora cuento con las herramientas necesarias, tanto físicas, mentales y emocionales, para superar cualquier difícil situación que se me presente.
Por eso en este post quiero compartirte las 7 cosas que aprendí del dolor.
1.- Si quieres que algo cambie, comienza por aceptarlo
Todo lo que nos sucede obedece a un orden divino, muchas veces escapa a toda lógica y compresión humana y por lo tanto la clave para mantener el sufrimiento alejado de nuestra vida es la aceptación. De nada sirve resistirse o negar las circunstancias porque esto solo genera más sufrimiento; además, nada es para siempre, todo cambia.
2.- Vive en el presente
La depresión, el dolor, la tristeza, te enseña una nueva manera de vivir. Puede sonar paradójico, pero así es, pues uno de los mayores retos y aprendizajes que tenemos por delante es dejar de resistirnos a experimentar el momento presente. Dejar de escabullirnos al pasado mirándolo con nostalgia o regodearnos en la culpa por lo que no podemos cambiar o dejamos de hacer, ni andar preocupados ni ansiosos por un futuro que aún no llega. Debemos rescatar el deseo por la vida y a partir de allí, en el aquí y el ahora, encontrar nuestra razón de ser y conectarnos con nuestro propósito.
3.- No es la pregunta, es la respuesta
Lo importante no estamos enfrentando, sino cómo lo enfrentamos y dónde colocamos nuestros pensamientos. No debemos optar por retirarnos pues en toda circunstancia aparentemente difícil, hay un gran potencial de aprendizaje y desarrollo. Que los miedos es mejor encararlos y que incluso pueden convertirse en grandes aliados pues representan un verdadero potencial para nuestro autodescubrimiento.
4.- Se amable conmigo mismo
El juez interno puede resultar cruel e implacable en algunas ocasiones, especialmente cuando estamos tristes o deprimidos, así que nunca te creas todo lo te dice. Siempre te querrá hacer sentir culpable, enjuiciarte porque no eres perfecto/a o hacerte sentir que no mereces nada que te haga feliz, pero debes entender que esa voz no eres tú, son solo pensamientos y que cuando dejes de prestarles atención se desvanecerán, o por lo menos, no logran afectarte.
5.- Hacer las paces con mi pasado
Aceptar y perdonar el pasado, aquí está la principal clave para superar el dolor o la depresión. Cualquier cosa que te aflija o que haya sucedido, debes dejarla partir, para así permitir que la luz llegue a tu vida. El perdón no es un acto de compasión hacia los demás, es un acto de bondad hacia nosotros mismos. Y cuando lo hagas de corazón transformarás tu situación.
6.- Escuchar y entender mi cuerpo
Nuestro Ser tiene muchas formas de manifestarse, una de ellas es a través de nuestro cuerpo, por lo tanto debes a reconocer las señales que tu cuerpo te envía ante diferentes situaciones, en forma de sensaciones y evitar meter la cabeza en la boca del lobo si sientes que eso te traerá problemas. También puedes implementar actividades físicas que te ayuden a liberar toda la toxicidad generada por ese mal momento.
7.- Conéctate con tu corazón
Lograrás tener más fuerza cuando logres escuchar la voz de tu corazón y abandonar parloteo incesante del ego. Dentro de ti hay un Ser que te está pidiendo a gritos que lo deje expresarse, que suelte el control y que se libere del miedo, eligiendo vivir el momento presente.