Un corazón roto es sólo eso un corazón roto...
Cuando esto sucede no pretendas que otro solucione ese problema vive tu duelo y sana tu dolor, entiende que así lo repares la cicatriz se quedará y sólo va a depender de ti que desaparezca o no... Vive el amor sin apegos y sin dolor, el amor es una energía que va y viene y sí alguien se va, ten la seguridad que llegará alguien mejor...
Y si regresa quien se fue, ten presente que nada volverá a ser igual… Libera la energía del amor.
El párrafo anterior forma parte de uno de mis antiguos post, el cual repito aquí porque mucho de los mensajes que recibo a diario son de personas que pasan por el dolor de una separación. Piden esperanza y alivio para su dolor, pero lo que no entienden es que esto debe de venir de ellos mismos.
Terminar una relación genera angustia, temor, odio, ansiedad, enojo, culpa y dolor, mucho dolor. A veces, ni tenemos palabras para expresar lo que sentimos, porque desprendernos de esa persona duele, simplemente porque decir adiós duele.
¿Pero, por qué duele tanto? Entender el dolor de una separación puede ser menos angustiante si nos detenemos a reflexionar lo que parece que estamos perdiendo del pasado, presente y futuro de la relación. PASADO
La relación de pareja es un espacio de convivencia que va formando recuerdos. Algunos de estos dolorosos que pudieran impulsarnos a continuar con la despedida pero otros hermosos que pueden hacer la separación más difícil. Incluso los recuerdos hermosos pueden mantener la esperanza de una reconciliación viva y muchas veces eso alarga y complica la separación. PRESENTE
La relación de pareja en la mayoría de las ocasiones viene a ser la relación más importante en la vida de una persona. Es por esto que cuando la relación se rompe comienzan a cambiar muchas cosas de nuestro día a día; cambia nuestra rutina, nuestras actividades de fin de semana, tenemos que cambiar hasta nuestros números frecuentes del celular. Cambia nuestra forma de hablar: ya no hablamos en plural. Nuestra forma de caminar: ya no es de la mano o abrazados. Incluso hay cambios en porciones de nuestra identidad, ya no eres “El esposo de… “, “La esposa de…”, “Parte de la familia….”, “La novia de…”. FUTURO
Parte esencial de la relación de pareja es hablar, pensar, soñar y planear el futuro. La boda, viajes, hijos, la vejez, la casa, salidas, conciertos. Grandes y pequeños son los planes que se hacen en pareja y que al terminar la relación estos se desvanecen dolorosamente. Por eso las frases “el mundo se me ha roto en mil pedazos”, “me duele el alma” o “me rompieron el corazón” son descripciones comunes que tratan de describir el dolor profundo que se puede llegar a experimentar cuando una relación termina. CONFLICTO INTERIOR Además de toda la perdida experimentada a partir del quiebre de la relación, pueden existir una serie de situaciones que pudieran dificultar la transición a la soltería.
RENCOR hacia la ex pareja. El odio hacia la ex pareja es, aunque muchos lo pudieran dudar, un sentimiento que los une a ella. El odio nos obliga y nos ata. Nuestros pensamientos son dirigidos por la falta de perdón hacia la persona a quien estamos intentando olvidar. Esto es vivido con mucha frecuencia porque tomamos el papel de víctima y no reconocemos nuestros propios errores dentro de la relación y así depositamos toda la responsabilidad por la ruptura y por nuestras heridas en la otra persona.
CULPA extrema. El otro extremo del ejemplo anterior, el sentirnos enteramente responsables por la ruptura de la pareja es otro sentimiento que hace más difícil la separación. Aquí nuestro error es ponernos como los agresores.
Mientras no podamos ver la relación de pareja como responsabilidad compartida, “50 y 50”, es muy probable que batallemos para separarnos y también batallemos para tener una nueva relación sana. Sanar y olvidar, tardamos muchísimo tiempo en sanar, en superar la ruptura, en seguir adelante, en aceptar lo sucedido y la razón principal de esto es que no sabemos estar solos. Para muchas personas la ansiedad y el temor que viven al enfrentarse a la soledad es insoportable. Esto se da por factores múltiples pero una de las razones principales es porque no han aprendido a hacerse compañía a sí mismos. Sin embargo si reflexionamos un segundo en este punto. ¿Cómo puedo pretender ser buena compañía para otro si yo mismo no aguanto el estar conmigo mismo? Si aprendemos a amarnos a nosotros mismos y disfrutar nuestra propia compañía entonces y solo entonces podremos ser amados y valorados por nuestra pareja. Una de las mejores recomendaciones que se le pueden dar a alguien pasando por una ruptura amorosa es:
Vive tu proceso de despedida. Cada fase es importante. El proceso de despedida consiste en una serie de fases o etapas que son vividas no necesariamente en orden y no necesariamente una sola vez. El ciclo de duelo de mayor aceptación entre los psicólogos es el que define Kuber Ross autora y terapeuta de casos en duelos y despedidas. Tenerlo en cuenta de manera consciente puede hacer el proceso de separación un poco menos difícil. A continuación, las fases de nuestro duelo para identificar donde nos encontramos y hacia donde debemos avanzar. FASE 1: NEGACION
“¡No no puede ser!”
“Esto no nos puede estar pasando a nosotros”
“Es algo transitorio, una etapa, pronto volveremos”. FASE 2: RABIA
“¡Maldita sea!”
“Como es posible que no valorara todo lo que hice por el o ella!”
“Soy un(a) tonto(a), me debí de haber dado cuenta antes!”
(la rabia puede ser dirigida a la otra persona o a nosotros mismos). FASE 3: NEGOCIACION
Nos inunda una repentina esperanza y comenzamos a imaginar las diferentes formas en que podemos recuperar la relación. Esta es la fase en donde rogamos, suplicamos, llevamos serenata, hablamos con la suegra, prácticamente cualquier cosa con la idea de que aún hay algo para recobrar nuestro viejo amor. FASE 4: DEPRESION
No encontramos sentido en nuestra vida sin nuestra pareja y llega una profunda tristeza acompañada de la pregunta ¿y ahora qué?
Sentimos como si nos hubieran quitado una parte del cuerpo. FASE 5: ACEPTACIÓN
Es el momento de reorganizar nuestra vida, de permitir aceptarla situación, aprender las lecciones de vida y ser felices con nosotros mismos.
Tu Ciclo de Duelo puede estar detenido sí: A) No puedes dejar de llorar o sufrir. B) No has llorado ni sufrido. Si estás pasando por esto, se valiente, y decide seguir adelante, porque lo que sucedió es lo mejor que podía pasar.
No me cansaré de repetirlo, es un proceso difícil, sí, pero más difícil es sumergirse en la lástima, la depresión y el dolor.
Olvida lo que paso, nada puede justificar que sigas acabando tu vida por alguien que ya no está, la vida sigue y tu deber es levantarte y seguir con ella.
Vive cada fase de este duelo con intensidad, pero procura no permanecer por mucho tiempo en ellas.
Si tu corazón está roto acá te dejo unos simples y sencillos consejos que te servirán de remedio para sanarlo.
1) Llora, las lágrimas lavan el alma, limpian las penas y te alivian el corazón; pero debes saber cuándo parar y secarte el llanto para llenarte de propósitos. 2) Haz ejercicio. Trata de inscribirte en el Gimnasio o practica un deporte. Mantener tu mente ocupada de esta forma será una buena dosis de olvido, porque ya tienes otros intereses. 3) Cuídate. Duerme bien, come bien, relájate y pon tu bienestar primero. 4) Lee un buen libro, mantendrá la mente sana y libre de malos pensamientos. 5) Mantente ocupado, estarás tan cansado en las noches que dormirás muy bien. 6) Si es mucha tu tristeza o ya ha durado mucho, sientes que no puedes ser útil a tus hijos o tu familia busca ayuda profesional, muchas veces no queremos reconocer que lo necesitamos, pero siempre será bueno para ti.
Recuerda siempre, que la vida sigue tu debes seguir con ella, porque lo mejor está por venir